Requisitos de la FIFA para homologar campos de césped artificial.
Muchos campos de fútbol profesionales son, hoy en dÃa, de
césped artificial. De hecho, la FIFA creó hace algunos años un certificado oficial para para homologar la calidad de estos campos y conseguir que cada vez se parecieran más a los de hierba natural.
Y es que, lo que era impensable hace unos años, hoy es tendencia: los campos de
césped artificial no sólo están en las categorÃas inferiores, sino también en la lo más alto de esto deporte.
Esto se debe a que esta industria ha evolucionado a pasos de gigante, innovando y perfeccionando el
césped artificial, hasta dotarlo de propiedades muy similares a las de la hierba natural, pero siendo superior en la conservación del medio ambiente y la sencillez de su mantenimiento.
Evolución de la industria productora de césped artificial.
Las empresas punteras del sector, llevan años realizando pruebas y ensayos de todo tipo para conseguir que el
césped artificial se parezca cada vez más al natural: estudios con jugadores, entrenadores e instructores; colaboraciones con médicos y fisioterapeutas; experimentos constantes seguidos de pequeñas modificaciones; y asÃ, hasta dar con lo que tenemos hoy: un césped sintético muy evolucionado que cubre la mayorÃa de los campos de fútbol de todas las categorÃas.
En este sector, la calidad del
césped artificial se mide, como decÃamos antes, por los criterios establecidos por la FIFA. Este organismo ha creado un programa, muy riguroso y exigente, que incluye tanto pruebas en laboratorio como en el terreno de juego. Si se superan, los productores de
césped artificial o alguno de sus productos concretos, obtienen el sello
âFIFA Recommendedâ que es lo que marca su pedigrÃ.
Cualquier
césped artificial que disponga de esta distinción está diseñado especÃficamente para jugar al fútbol y sus propiedades se corresponden con las de la hierba natural.
El sello de la FIFA para homologar campos de césped artificial.
El sello que otorga la
FIFA a los campos de
césped artificial se divide en 2 categorÃas posibles:
FIFA 1 Star, para fútbol base; y
FIFA 2 Star, para el fútbol profesional y los grandes estadios.
El trabajo de la FIFA al sacar a la luz este sello de calidad consistió en analizar al detalle las caracterÃsticas, el comportamiento biomecánico de un césped natural en excelentes condiciones y estudiar su comportamiento respecto al balón y respecto al futbolista. También comprobaron y midieron su resistencia, ante posibles distintos niveles de desgastes y roturas.
Para conseguirlo, fijaron unos parámetros determinados que medÃan el comportamiento de la pelota sobre el césped (rodaje, bote vertical, bote angularâ¦) y también el del jugador (absorción del impacto al caer, respuesta ante un sprint, deslizamientosâ¦). De tal manera que, cualquier césped artificial que consiga alcanzar esos parámetros recibe la homologación de la FIFA.
¿Cómo se obtiene esta certificación y quién debe pedirla?
Pues los diferentes fabricantes de
césped artificial tienen que solicitarlo una licencia a la FIFA. Para ello, tienen que abonar una cantidad anual, en concepto de derechos, que les da el privilegio de probar sus productos en los campos de fútbol que determinen. Es decir, un club de fútbol encarga a un fabricante el producto y éste, con la licencia de la FIFA, elaboran el producto y envÃan la muestra a laboratorios de la FIFA para comprobar que responden a los parámetros establecidos. Si pasan esta fase, la siguiente consiste en probar ese
césped artificial sobre el campo de juego donde también es sometido a examen. De esta manera, la FIFA se asegura que el terreno subyacente también es apto. La clave está en que lo que se homologa no es el césped, sino el campo.
El sello de la FIFA se renueva cada 3 años en el caso de las categorÃas base y anualmente en el de las categorÃas profesionales. Lo cierto es que la homologación de la FIFA solo es obligatoria para terrenos donde se disputen encuentros internacionales.
En el mundo hay 7 laboratorios acreditados por la FIFA para homologar campos de
césped artificial y, uno de ellos, es español. Estos laboratorios someten al producto a máquinas que simulan, por ejemplo, el gasto que se produce en el terreno de juego durante 5 años o su resistencia ante las inclemencias del tiempo.